La obesidad provoca trastornos psicopatológicos

La obesidad es una enfermedad crónica, progresiva y cuando hablamos de que afecta a la salud, pensamos en que se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares, disminución de la calidad de vida e incremento de la mortalidad.
Pero esta enfermedad endógena, que se ha convertido en uno de los problemas de salud más graves y de más rápido crecimiento en la población, también afecta aspectos psicológicos y sociales del individuo.
“La obesidad a nivel psicológico provoca trastornos en casi todos los pacientes. Esto puede variar dependiendo de las circunstancias personales de cada individuo y de sus antecedentes” comenta Jesús Javier Díaz, Presidente de la Asociación Nacional para Personas Obesas y el Tratamiento de la Obesidad (Asepo).
La salud mental es un componente muy importante para la salud. Se trata del bienestar individual, que puede deteriorarse por estrés, cambios sociales, exclusión o discriminación, o un estilo de vida poco saludable. De hecho, según la Asociación Americana de Psicología, el 51% de las personas con obesidad cuentan con un historial de depresión grave.
Investigaciones adicionales muestran que las mujeres obesas que padecen de trastorno alimentario compulsivo, y que han sido víctimas de bromas a causa de su apariencia, desarrollaron luego insatisfacción con su cuerpo y depresión.
Además, el paciente se encuentra en un entorno en el que se siente incomprendido y no aceptado lo que puede provocar conductas de evitación y refugio en sus hábitos, convirtiendo esta situación en una grave consecuencia de difícil solución que repercute en la ganancia de peso, creando un circulo muy negativo para cualquier cambio, por pequeño que éste sea.
El presidente de la Asepo lo tiene claro. “Hoy en día la persona obesa está totalmente estigmatizada por su enfermedad ya que esta tiene un impacto muy visual sobre su físico. Todo ello tiene una repercusión negativa sobre la salud mental de la persona, porque hace que esta se aísle socialmente, o bien que esté más pendiente a lo que dicen dicen de ella lo que crea un cuadro de ansiedad terrible que dispara sus niveles de estrés repercutiendo en un agravamiento de su salud”.
En este contexto, existen ciertos factores principales que pueden afectar a la salud mental de una persona con obesidad. Entre ellos destaca el miedo y la inseguridad personal, pérdida de la autoestima, perturbación emocional por hábitos de ingesta erróneos, infelicidad, depresión, agorafobia y trastornos de la conducta alimentaria (TCA). En este último, la autopercepción juega un papel importante.
Por eso, “es necesario que a los pacientes con obesidad se les realice una evaluación psicosomática y esta evaluación solo la puede realizar o bien un psicólogo o bien un psiquiatra, todos los demás especialistas están excluidos por carecer de la facultad para realizar dicha prueba.
Fuente: ConSalud.es | 04-03-2023
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