Análisis de sangre

¿Qué es un análisis de sangre?
El análisis de sangre es una de las pruebas médicas más utilizadas y de mayor importancia en la práctica clínica. Consiste en extraer una pequeña cantidad de sangre venosa del paciente, que después es transportada al laboratorio para analizarla y determinar su composición.
Normalmente, los que más se solicitan para el estudio son el hemograma y la bioquímica sanguínea:
Hemograma: Es un estudio cuantitativo que evalúa la concentración de cada uno de los elementos celulares de la sangre. También comprueba si las células tienen una forma y estructura normales o por el contrario, están alteradas.
Ejemplo: glóbulos rojos (también llamados hematíes), leucocitos, neutrófilo.
Bioquímica: Es el estudio de las sustancias químicas presentes en la sangre.
Ejemplos: potasio, calcio, sodio, magnesio, vitaminas, hormonas entre otras.
¿Cómo se realiza el examen?
En general, la extracción de sangre es realizada por un enfermero/a o un auxiliar de enfermería. El examen suele durar unos 5 minutos.
1. Durante la extracción de sangre el paciente permanecerá sentado o recostado sobre una camilla.
2. Se le pedirá que mantenga extendido uno de sus brazos evitando moverlo mientras se realice la extracción.
3. El profesional localizará una vena del brazo para la punción, generalmente una vena localizada en la cara anterior a la altura de la flexión del codo, colocará una goma elástica inmediatamente por encima del punto de punción para favorecer el llenado de la vena y la posterior extracción de sangre.
4. La zona de la punción se desinfecta mediante el uso de una gasa estéril empapada en alcohol.
5. Para tomar la muestra de sangre se utilizan una aguja hipodérmica y una jeringuilla de plástico, ambas desechables. Generalmente suele extraerse una pequeña muestra de sangre, de unos 10 cc, aunque estudios especiales pueden requerir una muestra mayor.
6. Tras la punción, se dejará un apósito estéril sobre la zona de la punción y se pedirá al paciente que realice una suave presión durante unos minutos hasta que el punto de punción no presente sangrado.
¿Por qué puede solicitar el médico un análisis de sangre?
En realidad, el análisis de sangre es una prueba que puede ser solicitada para casi cualquier consulta médica, con el fin de valorar el estado general del paciente. Junto con su historia clínica, servirá para ayudar al médico a resolver dos importantes cuestiones: qué le pasa al paciente y por qué le pasa.
Un ejemplo: una persona llega a la consulta con cansancio notable, pérdida de apetito y palidez; en este caso, un simple análisis de sangre puede revelar por sí mismo un diagnóstico: Anemia ferropénica (por falta de hierro). De este modo, se puede empezar ya a tratar su enfermedad sin necesidad de realizar más pruebas.
Pero hay que tener en cuenta que el análisis de sangre no se trata sólo de un método para diagnosticar enfermedades, también es una forma de controlar el estado del paciente; por ejemplo, a los enfermos que reciben quimioterapia se les hacen analíticas de rutina para comprobar el estado de su sistema inmune; y antes de iniciar un tratamiento hormonal con anticonceptivos orales, también es importante conocer el nivel de hormonas en sangre de la paciente.
Recomendaciones y preparación para el análisis de sangre
Llevar ropa cómoda
Se aconseja llevar ropa cómoda, ya que tras la extracción el paciente debe presionar el punto de la punción durante unos 5-10 minutos para evitar hematomas o hemorragias.
Lo más importante cuando vayas a realizarte un análisis de sangre es acudir en ayunas, para evitar la presencia de factores que puedan dar errores en los resultados obtenidos. Normalmente, la extracción de sangre se realiza por la mañana, por lo que desde las 12 de la noche el paciente debe ayunar (suele corresponder a un periodo de 8-10 horas).
Beber agua de forma moderada
Normalmente los pacientes acuden a la extracción sin haber ingerido agua durante más de 8 horas. Sin embargo, los especialistas aseguran que se puede beber agua de forma moderada, excepto cuando el médico lo prohíba expresamente.
Al contrario de lo que popularmente se conoce, la deshidratación dificulta la extracción de sangre. Si bebemos agua de forma moderada las venas se dilatan y son más visibles.
Además de lo mencionado anteriormente existen otras pautas a seguir antes de realizar un análisis de sangre, como evitar realizar ejercicio físico el día anterior, consumir alcohol y tabaco.
Estas son pautas generalizadas para las extracciones más habituales, no obstante existen pruebas que requerirán de otra preparación. En estos casos, el médico o el propio laboratorio clínico le informarán de los pasos a seguir para conseguir resultados óptimos.
Riesgos del estudio
Se trata de una prueba poco dolorosa para la mayoría de las personas, aunque algunas pueden sentir molestias o cierto dolor cuando les pinchan o durante la extracción de la sangre. En ocasiones el paciente puede marearse o incluso perder el conocimiento debido al miedo al análisis o al ayuno prolongado, pero en ningún caso este incidente se debe a la propia extracción, ya que la cantidad de sangre que se recoge es muy pequeña.
En cualquier caso, si la persona es propensa a marearse, es aconsejable que vaya acompañada a la prueba.
Los riesgos son mínimos y fácilmente tratables por su médico:
- Molestia en el punto de la punción.
- Pequeño sangrado en pacientes con alteraciones de la coagulación.
- Hematoma en la zona de la punción.
- Flebitis (inflamación/infección de la vena utilizada en la punción).
- El paciente debe consultar con su médico antes de realizar el examen en caso de tomar o usar anticoagulantes.
Como efectos adversos más notable a la realización de la analítica, puede quedar un pequeño hematoma o hinchazón en la zona de la extracción. Esto se debe a la salida de sangre de la vena por el lugar donde se ha pinchado. El hematoma desaparece en pocos días sin necesidad de tratamiento.
La, única contraindicación para la realización de un análisis de sangre es la ingesta de anticoagulantes. Estos medicamentos podrían causar una hemorragia mayor de lo normal, o hematomas muy extensos.
Cómo interpretar los resultados del análisis de sangre
El paciente no debe preocuparse ante un descenso o elevación aislada de alguno de los parámetros mencionados, ya que es el médico el que tiene que valorar su significado, dentro del contexto de la historia clínica, y en relación a otros síntomas y a las circunstancias personales del paciente estilo de vida, presencia de otras patologías, medicación que esté tomando.
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