Ejercicios para relajar y aliviar el dolor cervical

Ejercicios para relajar y aliviar el dolor cervical

Descripción General

El término cervicalgia se utiliza para describir el dolor o molestia significativa a nivel del cuello en la región posterior de la columna cervical que puede irradiarse además a zonas cercanas (hombros, cuello, cabeza, espalda, brazos etc). Constituye un síntoma y no un diagnóstico. Su uso se emplea cuando no se ha determinado la causa específica de su aparición.

¿Constituye un problema en la actualidad?

Sí, pues se está convirtiendo en un problema importante de salud laboral, debido a que cada vez son más las personas que trabajan con pantallas de visualización de datos, el uso de celulares, tablets entre otros; provocando bajas al menos de una semana en más del 40% de los trabajadores y al no ser tratada oportunamente y de manera adecuada existen recaídas. Con un aumento creciente en la población joven en edad productiva donde el mayor porciento no supera los 40 años.

Estudios recientes demuestran que más del 50% de la población adulta tiene en algún momento de su vida cervicalgia. Entre el 8 y 14% de los casos pueden llegar a cronificarse, aumentando este número en los países industrializados donde existe una prevalencia del dolor crónico entre el 25 y el 30% constituyendo la tercera causa de consulta en el adulto en la atención primaria, después de la lumbalgia y el hombro doloroso.

Solo 1% de los pacientes desarrollan manifestaciones neurológicas. Las raíces nerviosas C5, C6 y C7 son las comprometidas con mayor frecuencia.

¿Cuál es la causa de su aparición?

El dolor puede ser primario por patología propia de la columna cervical o secundario referido desde otras partes del cuerpo. El origen anatómico del dolor puede estar localizado en las estructuras miofascial, ligamentoso, óseo, neurológico, cutáneo o visceral.

La causa puede ser por procesos degenerativos, infecciosos discitis, osteomielitis, meningitis, neuropatía herpética, inflamatorios, neoplásicos metástasis, mieloma múltiple, tumores primarios óseos, traumáticos, asociados o no a la compresión de estructuras neurológicas.

El compromiso directo de las estructuras neurales puede ser la causa del dolor. Una radiculopatía cervical se expresa como dolor en la distribución de un nervio cervical y es el resultado de cualquier proceso que comprima o irrita al nervio. Las causas más comunes son las protrusiones del disco intervertebral u osteofitos (crecimiento óseo anormal en las superficies articulares) en el agujero de conjunción a través del cual el nervio abandona el canal raquídeo.

Es muy común que la cervicalgia se presente debido a una mala postura. También un traumatismo, maloclusión mandibular o una alteración de la visión pueden provocar esta patología, ya que producen una tensión involuntaria en los músculos del cuello que a su vez provoca un bloqueo de las vértebras cervicales.

Si estos bloqueos vertebrales se mantienen en el tiempo pueden provocar un dolor crónico por desgaste de las vértebras, conocido como artrosis cervical o cervicoartrosis; o un dolor agudo por presión sobre el disco intervertebral que puede provocar una hernia discal cervical.

Las contracturas musculares y los puntos gatillos miofasciales en trapecios y musculatura cervical pueden convertirse también en origen de la cervicalgia. Además, después de sufrir un latigazo cervical, como sucede en algunos accidentes de tráfico, la atención primaria suele indicar la inmovilización mediante un collarín cervical, cuyo uso a veces deriva en una rectificación de la columna en esa zona.

Enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, artropatías reactivas, fibromialgia, provocan también esta dolencia, así como el estrés, que provoca tensión muscular y bloqueo en las vértebras cervicales.

¿Qué factores o actividades constituyen riesgo de padecerla?

  • Pasar su tiempo libre en actividades no-dinámicas, como leer, ver la televisión o jugar a videojuegos durante largos períodos en posturas poco saludables.
  • Montar bicicletas de carrera que obligan a llevar una posición forzada en flexión del raquis y contraen excesivamente los músculos del cuello.
  • Posturas mantenidas en flexión del cuello, como sucede habitualmente en el caso de costureras, sastres, manicuris, secretarias.
  • Movimientos de extensión forzada del cuello en jardineros de poda alta y pintores.
  • Una ocupación sedentaria; trabajando por lo menos 8 horas al día en el ordenador o conduciendo sin tomar medidas saludables al respecto.
  • Estar obeso o sobrepeso.
  • Unas mamas excesivamente grandes provocan cifosis dorsal (curvatura exagerada de la espalda en forma de joroba) haciendo bajar la cabeza, ya sea por el peso en sí o a propósito para esconder dicho volumen.
  • El uso de almohadas muy altas y colchones de mala calidad que se ahuecan con nuestro peso o muy rígidos.
  • Tener estantes en la cocina de uso diario muy altos que obliguen a extender exageradamente el cuello para alcanzar las cosas y los brazos por encima de la cabeza con movimientos repetitivos.
  • Mesas de estudio con altura inadecuada.
  • Hablar por teléfono sosteniendo el auricular entre el hombro levantado y la cabeza inclinada hacia ese lado.

¿Qué manifestaciones clínicas podemos encontrar?

Los síntomas más habituales son:

  • Dolor en la zona posterior del cuello (columna cervical), que se intensifica al mover el cuello es el síntoma más frecuente.
  • Dolor de cabeza que generalmente empieza en la base del cráneo.
  • Rigidez (pérdida o disminución de la movilidad).
  • Mareos (se presenta generalmente por insuficiencia vertebrobasilar lo cual disminuye el flujo de sangre al cerebro).
  • Debilidad y cansancio.
  • Espasmos musculares.
  • Parestesias (hormigueo) que puede irradiarse a hombros, parte superior de la espalda e incluso los miembros superiores. Se presenta cuando hay compromiso neurológico por compresión de las raíces nerviosas.
  • Sensación de escuchar un “crujido” al mover la cabeza causada al deslizarse una estructura ósea sobre otra o ligamentos que se mueven sobre el hueso. A pesar de resultar alarmante no es grave.
  • Irritabilidad y dificultad para concentrarse.
  • Dificultad para dormir.
  • Algunas personas experimentan además visión borrosa y zumbido en los oídos pero en menor frecuencia.

Muchos de estos síntomas son incapacitantes, obligando al paciente a limitarse de sus actividades de la vida diaria, causando en su mayoría baja laboral temporal.

¿Cuándo debemos preocuparnos?

  • Si el dolor es constante que no alivia en reposo.
  • La aparición de fiebre.
  • Historia anterior de cáncer.
  • Tratamiento con esteroides.
  • Pérdida de peso.
  • Síntomas o signos neurológicos.
  • Incontinencia de esfínteres (defecarse u orinarse sin darse cuenta ni poder controlarlo).
  • Alteraciones de la marcha.

Ya que esto nos hace sospechar, con alta probabilidad, que estamos ante la presencia de un proceso infeccioso, neoplásico o importante compromiso neurológico.

¿Cómo establecer el diagnóstico?

Es fundamental la realización de una excelente historia clínica y un buen examen físico para orientar el diagnóstico. Se debe tener en cuenta 3 objetivos fundamentales:

1. Descartar causas potencialmente graves.

2. Orientar el origen del dolor.

3. Valorar circunstancias que rodean al paciente.

Constituyen elementos esenciales para el diagnóstico, la edad, profesión, actividades físicas habituales, antecedentes personales y familiares de patología cervical y general, circunstancias ocurridas asociadas al evento (forma de aparición del dolor, antecedente de trauma o esfuerzo, posturas mantenidas de la cabeza y cuello), característica y evolución del proceso actual, topografía del dolor, otras manifestaciones clínicas (cefalea, disfagia, vértigo), estado general (fiebre, pérdida progresiva de peso), examen físico riguroso de la columna cervical y otras regiones adyacentes (cráneo, miembros superiores, columna dorsal).

Exámenes de laboratorio 

Hemograma, eritrosedimentación, bioquímica y análisis de orina, serán de utilidad cuando se sospecha enfermedad neoplásica, reumática o séptica.

Estudios de imagenología

La radiografía simple de la columna vertebral en proyección posteroanterior y lateral, generalmente, es suficiente.

La vista oblicua muestra el foramen intervertebral y pueden ser muy útiles cuando se sospecha atrapamiento neurológico. Si se sospecha inestabilidad cervical se precisa estudio lateral en flexión y extensión.

En los casos en que el diagnóstico no es claro, o los síntomas no ceden a las medidas habituales, y ante la sospecha de lesión medular o de las raíces, es útil realizar estudios electrofisiológico y radiológicos más especializados, tales como: Electromiografía (EMG), Tomografía Axial Computarizada (TAC), Resonancia Magnética (RM) por imágenes gammagrafía ósea y otras respectivamente.

¿Qué tratamiento podría ayudarme?

No existen evidencias a favor de un tratamiento específico, por lo que habrá que individualizar cada caso. Una vez descartados los signos de alarma, se debe explicar al paciente la naturaleza benigna de su proceso, cuál es su evolución habitual y qué objetivos se pretenden con el tratamiento que se le aplicará. El tratamiento rehabilitador tiene muy buenos resultados disminuye las recaídas y el paciente mejora más rápido.

Los analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos asociados o no a relajantes musculares, pueden ser útiles para controlar adecuadamente el dolor.

Los antidepresivos han sido utilizados en pacientes con dolor crónico, con o sin componente depresivo. Y generalmente aquellos que tienen dolor de origen neuropático (como consecuencia de un nervio periférico dañado).

No se recomienda el uso de opiáceos. Los pacientes con dolor crónico, suelen requerir seguimiento en atención especializada en el manejo del dolor.

Las infiltraciones ligamentosas y en puntos gatillos del dolor, han sido utilizadas sobre todo en fase aguda y solo cuando fallan otros tratamientos se aplican en fase crónica. Se recomienda no repetir si no resultan útiles.

Las infiltraciones articulares y epidurales son técnicas invasivas, que exponen al paciente a serios riesgos y deben ser reservadas para casos muy seleccionados.

El reposo en cama no se recomienda como tratamiento para el dolor cervical simple. En la hernia del disco, algunos utilizan con cierta frecuencia el reposo en cama durante cortos períodos de tiempo. El reposo prolongado puede conducir a debilidad crónica, discapacidad y mayor dificultad en la rehabilitación. Este no debe extenderse por más de dos semanas. 

Tratamiento ortésico

El collarín cervical y la minerva cervical suelen prescribirse en el dolor postraumático, latigazo cervical, en la fase aguda de hernia discal y en el síndrome de insuficiencia vertebrobasilar, para permitir reposo relativo, minimizar los movimientos y la irritación de la raíz nerviosa, con retiro progresivo, ya que su uso continuado puede ser perjudicial.

Cinesiterapia, Técnicas basadas en el movimiento

Los ejercicios en las cervicalgias tienen los siguientes objetivos:

  • Evitar las recaídas y lograr la curación total.
  • Rehacer una musculatura elástica, fuerte y equilibrada.
  • Restablecer una estática correcta así como conseguir movilidad.

Las movilizaciones activas del cuello, hombros y cintura escapular, resultan beneficiosas para conservar la movilidad articular. Se orienta inicialmente que los movimientos sean libres, suaves, buscando el máximo de amplitud articular y pocas repeticiones, que se irán incrementando progresivamente según la evolución del paciente.

El paciente se coloca en posición de pie o sentado con la espalda contra la pared o el respaldo de la silla y la cabeza extendida. (No realizarlo en caso de  mareos o vértigos).


Combinado a esto podemos utilizar los agentes físicos tales como:

Termoterapia y electroterapia estos agentes físicos deben ser aplicados por profesionales especializados. 

Otros recursos disponibles como rayos láser, magnetoterapia, acupuntura o alguna de sus modalidades, pueden ser utilizadas preferiblemente cuando persista el cuadro, a pesar del tratamiento anterior.

Otras modalidades

El masaje relajante con bálsamo analgésico ayuda a eliminar las contracturas y aliviar el dolor, pero no se recomienda en las fases sobreagudas.

¿Puedo hacer algo para prevenir la cervicalgia y evitar las recaídas?

Pues la respuesta es afirmativa. Sí hay muchas cosas que puedes cambiar y reeducar.

Siempre se debe instruir al paciente sobre las posturas correctas e incorrectas, ya que estas últimas pueden ser causa de dolor, retrasar la mejoría y tener recaídas en un corto período de tiempo por lo que se debe:

  • Evitar posturas mantenidas en flexión y extensión del cuello.
  • A las personas que trabajan con ordenador, se les recomienda que la pantalla permanezca unos 20° por debajo de la línea de los ojos. Se deben hacer pausas para andar un poco, realizar estiramientos suaves del cuello y miembros superiores. 
  • Para leer es mejor utilizar una mesa con atril, para que el libro quede a una altura adecuada respecto a la cabeza, en su defecto adecuarlo para estos fines o asientos con apoyabrazos.
  • Para escribir la altura de la mesa debe permitir la flexión del codo a unos 9para no tener que inclinar el cuello excesivamente hacia adelante.
  • La silla adecuada debe tener respaldo alto, asiento firme y mantener en ángulo recto caderas, rodillas y tobillos.
  • El televisor debe situarse a la altura de los ojos, para permitir la mirada horizontal, de manera que no sea necesario flexionar o extender el cuello para verlo.
  • Los pacientes que trabajan atendiendo al teléfono, pueden utilizar soportes colocados en el hombro que evitan la constante lateralización del cuello. Y al hablar no sostener el auricular entre el hombro levantado y la cabeza inclinada hacia ese lado.
  • Hay que evitar los movimientos de extensión forzada del cuello.
  • Para alcanzar objetos colocados a una altura superior a la cabeza, será preferible subir a una escalera segura.
  • Colocar en la cocina o el lugar de trabajo todos los utensilios a una altura entre los hombros y la cadera.
  • Para tender o recoger piezas de ropas, la tendedera debe colocarse a la altura de los hombros.
  • Para dormir el colchón debe ser firme pero no rígido, con una tabla  debajo y una almohada blanda y delgada que mantenga la curvatura fisiológica del cuello durante el descanso. La posición más recomendada es el decúbito supino (boca arriba) o lateral, ya que el prono (boca abajo) mantiene la tensión del cuello y debe ser evitada.
  • En el coche, el asiento debe tener la altura adecuada y reposacabeza con respaldo regulable. En fase aguda y sobreaguda del dolor no se recomienda viajar en autos, por el efecto nocivo de las vibraciones; si fuera inevitable, se haría con collarín y sin conducir usted.
  • No se recomienda montar bicicletas de carrera que obligan a llevar una posición forzada en flexión del raquis. Se prefiere la bicicleta convencional que permite ir más erguido sin necesidad de contraer excesivamente los músculos del cuello.
  • La natación es el deporte más recomendado en las afecciones de columna, pero no debe realizarse la técnica de braza, pues en vez de relajar, aumenta la tensión de la musculatura del trapecio y del cuello, por lo que se prefiere repartir esfuerzos nadando a crol o a espalda. Deben evitarse las olas fuertes, se prefiere nadar en aguas muy tranquilas y mejor aún en piscinas de agua templada.
  • No deben hacerse ejercicios de cuello realizados con brusquedad; no deben hacerse rotaciones completas de cuello en que se da un componente de flexión junto a uno de rotación, pues luxa o fractura las carillas articulares.
  • El paciente obeso o sobrepeso, debe reducir el peso corporal.

Conclusiones

En resumen si educamos nuestra postura y eliminamos algunos hábitos que como vimos no son para nada saludables, vamos a mejorar nuestra calidad de vida y la columna será la más agradecida. Evitemos complicaciones mayores como una hernia discal u otro componente que nos lleve a someternos a un tratamiento quirúrgico.

Aún estás en tiempo de empezar un cambio favorable y dejar que tu cuerpo envejezca de manera natural y saludable. No le agregues sobrecarga ni limites sus funciones antes de tiempo. Sólo tú tienes la solución ¡Empieza hoy mismo, mañana será demasiado tarde y habrás perdido una batalla que lamentaras toda tu vida!