¿Qué es y cómo se forma un cálculo o piedra renal?

Descripción General
Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de sales y minerales que se forman dentro de los riñones.
Las piedras del riñón o de las vías urinarias se forman por el aumento de sales o sustancias minerales en la orina (calcio, fosfatos, oxalato, ácido úrico, etc.) o por falta de sustancias protectoras que impiden la cristalización de las sales y la posterior formación y crecimiento del cálculo. En muchas ocasiones los cristales que forman los cálculos son eliminados por el flujo o corriente de la orina, pero otras veces se adhieren al riñón o a las vías excretoras del sistema urinario, crecen, y obstruyen estas, impidiendo el libre tránsito de la orina. Causan el cólico nefrítico renal.
¿Es frecuente la formación de los cálculos renales?
Alrededor del 5 % de las mujeres y el 12 % de los hombres pueden formar un cálculo renal en algún momento de la vida y lo que es muy importante, cerca del 30 % de ellos repiten un nuevo cálculo en un periodo de tiempo superior
a los 2 años.
¿Por qué se forman los cálculos renales?
Existen factores favorecedores de la formación del cálculo renal que pueden ser dietéticos, metabólicos, genéticos y algunos aún desconocidos.
De sexo y ambientales:
- Sexo: Es 3 veces más frecuente en el hombre que en la mujer.
- Actividad: Es más común en personas inmovilizadas.
- Déficit de líquidos: Es más frecuente en zonas con altas temperaturas que promueven sudoración profusa, a lo que se suma la poca ingestión de agua.
Dietéticos y medicamentosos:
- Obesidad.
- Abuso en el consumo de alimentos ricos en sal y oxalato (remolacha, zumo de naranjas, chocolate, té, entre otros).
- Alimentos ricos en purinas (carne roja, vísceras, embutidos, mariscos, entre otros).
- Abuso de medicamentos como la vitamina A, vitamina D y Acetazolamida.
Alteraciones metabólicas y factores genéticos:
- Historia familiar: Familia con antecedentes de formar cálculos renales.
- Hipercalciuria: Aumento en la excreción de calcio por la orina de causa desconocida.
- Hiperuricosuria: Exceso de eliminación de ácido úrico y uratos por la orina.
- Hiperoxaluria: Exceso de eliminación de oxalato por la orina.
- Gota.
- Cistinuria.
- Hipercalcemias: Exceso de calcio en la sangre.
- Defecto de citrato en la orina: Sustancia protectora de la formación de cálculos renales.
- Cirugía y enfermedades digestivas: La cirugía de baipás gástrico, la enfermedad intestinal inflamatoria o la diarrea crónica pueden causar cambios en el proceso digestivo que afectan a la absorción de calcio y agua, lo cual aumenta las cantidades de sustancias que forman cálculos en la orina.
También se producen cálculos debido a infecciones urinarias crónicas, así como en las anormalidades de las vías urinarias, congénitas o adquiridas. No obstante, se desconoce el por qué algunos pacientes, con los mismos factores de riesgo, forman cálculos y otros no.
Tipos de cálculos renales
Conocer el tipo de cálculo renal que tienes ayuda a determinar su causa, y te da un indicio de cómo reducir la formación de más cálculos renales. Si es posible, trata de guardar el cálculo renal si logras eliminarlo de tu cuerpo para que el médico pueda analizarlo.
Los tipos de cálculos renales son:
Cálculos de calcio: La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio, suelen producirse en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que produce el hígado diariamente o que se obtiene en la alimentación. Ciertas frutas y verduras, así como los frutos secos y el chocolate, tienen un alto contenido de oxalato.
Los factores alimenticios, las altas dosis de vitamina D, la cirugía de baipás intestinal y varios trastornos metabólicos pueden aumentar la concentración de calcio u oxalato en la orina.
Los cálculos de calcio también se pueden producir en forma de fosfato de calcio. Este tipo de cálculo es más común en trastornos metabólicos, como la acidosis tubular renal. También puede estar asociado con ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o las convulsiones, como el Topiramato.
Cálculos de estruvita: Los cálculos de estruvita se forman a partir de una infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, con muy pocos síntomas o pequeñas advertencias.
Cálculos de ácido úrico: Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que pierden demasiado líquido debido a la diarrea crónica o a la malabsorción, en aquellos que llevan una dieta rica en proteínas y en aquellos con diabetes o síndrome metabólico. Ciertos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de presentar cálculos de ácido úrico.
Cálculos de cistina: Estos cálculos se forman en personas con un trastorno hereditario llamado cistinuria que hace que los riñones excreten un aminoácido específico en grandes cantidades.
¿Cuáles son los síntomas?
Puede no ocasionar síntomas (litiasis asintomática). Un cálculo renal no suele causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por del riñón o pasa a los uréteres, los conductos que conectan los riñones y la vejiga. Si se queda alojado en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina y hacer que el riñón se hinche y el uréter tenga espasmos, lo que puede ser muy doloroso. En ese momento, podrías experimentar los siguientes signos y síntomas:
- Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas.
- Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle.
- Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa.
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Orina de color rosado, rojo o marrón por la presencia de sangre.
- Orina turbia o con olor desagradable.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre y escalofríos si existe una infección.
- Cólico renal. Dolor de aparición súbita, intenso, de horas de duración, que se localiza en uno de los lados de la parte baja de la espalda y que irradia, al abdomen y testículo en el hombre, y a la vulva en la mujer. Suele acompañarse de náuseas y vómitos.
- Cuando el cálculo se moviliza y está llegando a la vejiga se presentan micciones frecuentes, sensación de vejiga llena e interrupciones frecuentes del chorro de orina. Hay fiebre cuando se le asocia una infección urinaria.
Pide una cita con el médico si tienes signos y síntomas que te preocupan.
¿Cómo se diagnostica?
- El cuadro clínico del dolor.
- La presencia de hematíes en el examen de orina.
- Examen de rayos X simple de abdomen identifica más del 80 % de loscálculos renales.
- El ultrasonido abdominal, precedido por una amplia ingestión de agua, puede hacer evidente una dilatación de toda la vía urinaria del lado del dolor. Con ultrasonidos es muy difícil ver el cálculo en el tercio inferior del uréter, pero es el método inicial ante todo paciente que puede padecer de litiasis renal.
- El cólico renal solo es producido cuando el cálculo se encuentra en el uréter o en la unión de la pelvis con el uréter, dentro del riñón o en los cálices no producen cólico renal, solo dolor lumbar, pero ponen en evidencia la presencia de otros cálculos. La urografía excretora es el estudio más importante para definir si el cálculo es cálcico y poder determinar mejor la ubicación del mismo, detectar anormalidades anatómicas del sistema excretor, así como su repercusión sobre el riñón.
- En los pacientes que han presentado un primer cálculo renal se deben realizar determinaciones en sangre de calcio, ácido úrico y creatinina, en orina de sedimento urinario, pH y cultivo de orina.
- A los pacientes que han formado más de un cálculo renal en los últimos 3 años se le realizan estudios metabólicos que incluyen el análisis del cálculo eliminado y determinaciones bioquímicas en sangre y orina, para poner en evidencia factores de riesgo en la producción de nuevos cálculos.
¿Cómo prevenir la formación de cálculos renales?
En los pacientes con cálculos renales el tratamiento médico va dirigido a disminuir la excreción de sales formadoras de cálculo e incrementar la eliminación de las inhibidoras.
Hay dos tipos de tratamiento, el inespecífico y el específico.
El tratamiento inespecífico va dirigido a todos los pacientes con uno o más cálculos formados y consiste en:
- Aumentar el consumo de líquidos: El volumen de líquido a tomar debe ser el necesario para que el volumen de orina supere los 2 L en 24 h. Más de la mitad del líquido debe ser agua, repartido durante todas las horas del día. La última toma antes de acostarse.
- Reducir la ingestión de sodio: Se debe reducir la ingestión de refrescos de cola e incrementar la ingestión de zumo de limón.
- Reducir la ingestión de proteína animal.
El tratamiento específico (con drogas) solo se realiza en los pacientes con actividad litiásica (formadores de cálculos) y depende de las alteraciones
metabólicas encontradas en los exámenes de laboratorio. Está regido por los criterios médicos.
¿Cuál es el tratamiento para los pacientes con cálculos renales?
El tratamiento es de 2 tipos:
Resolutivo y Preventivo.
El tratamiento resolutivo depende del tamaño del cálculo, ubicación, constitución química, presencia de infección, así como estado de la función del riñón.
El tratamiento resolutivo puede ser expulsivo, medicamentoso, por ondas de choque, endoscópico, percutáneo o quirúrgico.
El tratamiento expulsivo espontáneo es el más efectivo y menos traumático. En el 90 % de los casos se logra expulsar el cálculo cuando es pequeño
(6 mm, diagnosticado por rayos X). El periodo de espera para la expulsión espontánea es de 4 a 6 semanas bajo control clínico y radiológico. Cuando el dolor es muy intenso, es necesario emplear analgésicos por vía
parenteral, se utilizan además antiinflamatorios no esteroideos para reducir el espasmo y el edema ureteral.
Los medicamentos que se utilizan en la fase aguda, para lograr la disolución del cálculo, son exclusivamente para los cálculos de ácido úrico y los de cistina porque se cambia la acidez por la alcalinidad con bicarbonato o citrato. Si los cálculos no se expulsan en el tiempo previsto deben ser sometidos a maniobras intervencionistas por los urólogos.
¿Los cálculos no se disuelven?
Los métodos utilizados cuando el cálculo no es expulsado son: la cistoscopia, seguido por la ureteroscopía con extracción del cálculo del tercio inferior del uréter, la litotricia (destrucción del cálculo por ondas de choque), la nefroscopía por vía percutánea (cirugía de mínimo acceso) y la cirugía convencional cuando el cálculo es muy grande y hay obstrucción con daño del sistema excretor y pobre función del riñón.
Recuerda beber abundante agua durante el día no solo para evitar la formación de cálculos renales, sino para un mejor funcionamiento metabólico de nuestro cuerpo. Empieza ya !!!
¿Qué es un análisis de orina y cuándo se realiza?