¿Qué es la enfermedad de la gota y por qué se produce?

Descripción general
La gota es una forma frecuente y compleja de artritis que puede afectar a cualquiera. Se caracteriza por ataques repentinos e intensos de dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones, muchas veces en la articulación que se encuentra en la base del dedo gordo del pie.
¿Quién puede padecer gota?
Es 4 veces más frecuente en los hombres que en las mujeres. Puede presentarse desde la adolescencia hasta la edad senil, aunque preferentemente afecta a los hombres entre los 35 y 50 años y a las mujeres por encima de los 50 años.
Síntomas
Los signos y síntomas de la gota casi siempre ocurren de forma repentina y, a menudo, por la noche. Estos son algunos de ellos:
Dolor articular intenso: Por lo general, la gota afecta la articulación grande del dedo gordo del pie, pero puede ocurrir en cualquier articulación. Otras articulaciones que con frecuencia se ven afectadas son los tobillos, las rodillas, los codos. Las muñecas y los dedos de las manos son menos frecuentes. Es probable que el dolor sea más grave dentro de las primeras 12 horas después de que inicia.
Molestia persistente: Después de que el dolor más intenso desaparece, es posible que un poco de molestia articular quede, la cual puede durar algunos días o semanas. Es probable que los ataques posteriores duren más tiempo y afecten más articulaciones.
Inflamación y enrojecimiento: Las articulaciones afectadas se hinchan, se vuelven sensibles, se calientan y enrojecen.
Amplitud de movimiento limitada: A medida que la gota avanza, es posible que no puedas mover las articulaciones con normalidad.
¿Cuáles son las causas de la gota?
Casi siempre antes de la aparición de esta enfermedad debe haber una (hiperuricemia). Ahora… ¿Qué es la hiperuricemia? La hiperuricemia es un exceso de ácido úrico en la sangre.
Ya sabemos que es la hiperuricemia, nos queda otra interrogante ¿Qué la causa?
Las causas de niveles altos de ácido úrico (hiperuricemia) pueden ser primarias (altos niveles de purinas) y secundarias (alguna otra enfermedad). Algunas veces, el cuerpo produce más ácido úrico del que puede excretar.
Las causas de niveles altos de ácido úrico incluyen:
Hiperuricemia primaria
Aumento en la producción de ácido úrico por la degradación de purinas
El cuerpo produce ácido úrico cuando descompone purinas, que son sustancias que están presentes en el cuerpo naturalmente.
Las purinas también se hallan en determinados alimentos, como el filete, la carne de vísceras y los mariscos. Hay otros alimentos que también provocan altos niveles de ácido úrico, como las bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza, y las bebidas endulzadas con azúcar de frutas (fructosa).
Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre y pasa por los riñones a la orina. Pero, a veces, el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones excretan muy poco. Cuando esto sucede, el ácido úrico se acumula y forma cristales de urato con forma de aguja puntiaguda en una articulación o el tejido que la rodea, y esto causa dolor, inflamación e hinchazón.
Principalmente, la formación de esos cristales de ácido úrico que hemos comentado puede deberse a los siguientes motivos:
La dificultad de los riñones para eliminar el ácido úrico correctamente: Es la causa más frecuente y se llama hipoexcreción. Está producida, generalmente, por algunos fármacos para la hipertensión, por enfermedades como la insuficiencia renal, por la ingesta de alcohol o también porque exista un componente genético asociado en caso de afectación familiar.
Una producción excesiva hiperproducción de ácido úrico por el organismo: Llamada hiperuricemia idiopática primaria y que puede ser de origen genético o bien adquirida debido a la dieta y a algunas enfermedades antes mencionadas.
Hiperuricemia secundaria
Muerte celular por ciertos cánceres o agentes quimioterapéuticos.
Esto por lo general se debe a la quimioterapia, pero los niveles altos de ácido úrico pueden aparecer antes de iniciar la quimioterapia.
Enfermedad renal: esto sucede cuando el riñón no es capaz de eliminar el ácido úrico del sistema, causando así hiperuricemia.
Medicamentos: pueden causar niveles altos de ácido úrico en la sangre.
Condiciones endocrinológicas o metabólicas: ciertas formas de diabetes o acidosis pueden causar hiperuricemia
Los niveles elevados de ácido úrico pueden producir problemas renales.
Algunas personas pueden vivir muchos años con niveles elevados de ácido úrico y sin desarrollar gota o artritis gotosa (artritis significa "inflamación en las articulaciones"). Sólo cerca del 20% de las personas con niveles altos de ácido úrico desarrollan gota y algunas personas con gota no tienen niveles muy elevados de ácido úrico en la sangre.
La gota ocurre cuando se acumulan cristales de urato en una articulación, lo que causa inflamación y dolor intenso en un ataque de gota. Los cristales de urato pueden formarse si tienes niveles altos de ácido úrico en la sangre.
Complicaciones
Las personas que padecen gota pueden contraer enfermedades más graves, como las siguientes:
Gota recurrente:
Es posible que algunas personas nunca vuelvan a experimentar signos y síntomas de gota. Otras personas pueden sufrir gota varias veces por año. Los medicamentos pueden ayudar a prevenir los ataques de gota en las personas que tienen gota recurrente. Si no se trata, la gota puede erosionar y destruir una articulación.
Gota avanzada:
La gota no tratada puede causar la formación de depósitos de cristales de uratos debajo de la piel en nódulos llamados «tofos». Los tofos pueden aparecer en varias áreas, como los dedos, las manos, los pies, los codos o los tendones de Aquiles que se encuentran en la parte posterior de los tobillos. Por lo general, los tofos no son dolorosos, pero pueden inflamarse y tornarse sensibles durante los ataques de gota.
Cálculos renales:
Los cristales de uratos pueden acumularse en las vías urinarias de las personas que padecen gota y causar cálculos renales. Los medicamentos pueden ayudar a reducir el riesgo de tener cálculos renales.
¿Cómo se diagnostica la gota?
Generalmente, el diagnóstico de la gota se hace sobre la base de los síntomas y signos de la exploración física, y a la determinación de las cifras de ácido úrico en la sangre.
Los niveles de ácido úrico normales son entre 2,4 y 6,0 mg/dL (para las mujeres) y entre 3,4 y 7,0 mg/dL (para los hombres). Los valores normales varían según el laboratorio.
En ocasiones es necesario extraer líquido de la articulación afectada para confirmar el diagnóstico observándose la presencia de cristales de ácido úrico en el líquido articular.
Habrá que realizar un diagnóstico diferencial con otras enfermedades reumatológicas como la condrocalcinosis, las espondiloartropatías, la artritis psoriásica.
Factores de riesgo
Eres más propenso a padecer gota si tienes niveles elevados de ácido úrico en el organismo. Algunos factores que aumentan el nivel de ácido úrico en el cuerpo son los siguientes:
Dieta
Una dieta rica en carne, mariscos y bebidas endulzadas con azúcar de fruta (fructosa) eleva los niveles de ácido úrico, lo cual aumenta el riesgo de padecer gota. El consumo de alcohol, en especial, la cerveza, también incrementa el riesgo de que padezcas gota.
Obesidad
Si tienes sobrepeso, el organismo produce más ácido úrico y los riñones tienen mayor dificultad para eliminarlo.
Afecciones
Ciertas enfermedades y afecciones aumentan el riesgo de padecer gota. Estas son la presión arterial alta sin tratar y las enfermedades crónicas, como la diabetes, el síndrome metabólico, así como las enfermedades renales y cardíacas.
Algunos medicamentos
El uso de diuréticos tiazídicos (comúnmente utilizados para tratar la hipertensión) y la aspirina en dosis bajas también puede aumentar los niveles de ácido úrico. También provocan el mismo efecto el uso de medicamentos que se les recetan a las personas que tuvieron un trasplante de órganos.
Antecedentes familiares de gota
Si otros miembros de tu familia tuvieron gota, es más probable que padezcas la enfermedad.
Edad y sexo
La gota se produce con mayor frecuencia en los hombres, principalmente porque las mujeres suelen tener niveles más bajos de ácido úrico. Sin embargo, después de la menopausia, los niveles de ácido úrico en las mujeres se asemejan a los de los hombres. Los hombres también son más propensos a padecer gota más temprano, generalmente entre los 30 y los 50 años, mientras que las mujeres suelen manifestar signos y síntomas después de la menopausia.
Cirugías o traumatismos recientes
Haberse sometido a cirugías o haber tenido traumatismos recientemente se ha vinculado a un mayor riesgo de padecer un ataque de gota.
El tratamiento y prevención del ataque agudo de gota.
Tiene como objetivo reducir el dolor y la inflamación. Se basa, habitualmente, en la administración de medicamentos (antiinflamatorios, colchicina o glucocorticoides), así como en el reposo de la articulación afectada y la aplicación de frío en la zona para aliviar los síntomas.
Disminuir los niveles de ácido úrico en sangre:
Su objetivo es evitar que este se deposite en las articulaciones. Se basa en el control de la dieta y del sobrepeso, así como en el tratamiento farmacológico (alopurinol, febuxostat ó benzobromarona), que debe iniciarse una vez se haya resuelto el brote agudo de gota. Igualmente, se ha de controlar con regularidad el nivel de ácido úrico en la sangre y no abandonar el tratamiento prescrito por el médico.
Si usted cree que puede tener los signos y síntomas de esta enfermedad. Consulte al médico lo antes posible.
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