¿Qué es la enfermedad de Crohn?

Descripción General
Dr. Burrill Bernard Crohn, fue un gastroenterólogo estadounidense. Uno de los primeros en describir la que en su nombre se llamó enfermedad de Crohn. La enfermedad de Crohn o enteritis regional, es un proceso inflamatorio crónico en el cual resultan afectadas partes del tubo digestivo. Con frecuencia se da en el intestino delgado y el colon, pero puede llegar a afectar cualquier región del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano.
Dicha inflamación suele propagarse hacia lo profundo de las capas del tejido intestinal afectado. La enfermedad de Crohn puede ser dolorosa y debilitante y, algunas veces, provocar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida. A pesar de que no se conoce ninguna cura para la enfermedad de Crohn, algunas terapias pueden reducir, en gran medida, los signos y síntomas. Con tratamiento, algunas personas que sufren la enfermedad de Crohn pueden desempeñarse correctamente.
Síntomas
En algunas personas con enfermedad de Crohn, solo está afectado el último segmento del intestino delgado (íleon). En otras, la enfermedad se limita al colon (parte del intestino grueso). Las zonas que se ven afectadas por la enfermedad de Crohn con mayor frecuencia son la última porción del intestino delgado y el colon.
Los signos y síntomas de la enfermedad de Crohn pueden oscilar entre leves y graves. Se suelen manifestar gradualmente, pero a veces se presentan de forma súbita, sin señales previas.
Cuando la enfermedad está activa, algunos signos y síntomas pueden ser:
- Diarrea.
- Fiebre.
- Fatiga.
- Dolor y cólicos abdominales.
- Sangre en las heces.
- Anemia.
- Llagas en la boca.
- Poco apetito y adelgazamiento.
- Dolor o drenaje cerca o alrededor del ano debido a la inflamación de un túnel hacia la piel (fístula).
Otros signos y síntomas
Las personas con enfermedad de Crohn grave también pueden presentar:
- Inflamación de la piel, los ojos y las articulaciones.
- Inflamación del hígado o las vías biliares.
- Retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual, en los niños.
¿Cuando consultar al médico?
Consulta con el médico si presentas cambios persistentes en tus hábitos intestinales o si tienes signos y síntomas de la enfermedad de Crohn, por ejemplo:
- Dolor abdominal.
- Sangre en las heces.
- Episodios de diarrea constantes que no responden al tratamiento con medicamentos de venta libre.
- Fiebre sin causa aparente que dura más de uno o dos días.
- Adelgazamiento sin causa aparente.
Causas
Aún se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Crohn. En el pasado, se sospechaba que estaba relacionada con la dieta y el estrés; ahora, los médicos saben que estos factores pueden agravar la enfermedad, pero no la provocan. Es probable que varios factores, como los factores hereditarios y el hecho de que el sistema inmunitario no funcione adecuadamente, intervengan en su aparición.
Sistema inmunitario: Es posible que un virus o una bacteria desencadenen la enfermedad de Crohn. Cuando el sistema inmunitario trata de combatir microorganismos invasores, una respuesta inmunitaria anormal provoca que también ataque las células del tubo digestivo.
Factor hereditario: La enfermedad de Crohn es más frecuente en las personas que tienen familiares con esta enfermedad, por lo tanto, es posible que los genes influyan en la probabilidad de padecerla. Sin embargo, la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo para la enfermedad de Crohn se pueden incluir los siguientes:
La edad: La enfermedad de Crohn puede desarrollarse a cualquier edad, pero esta afección suele iniciarse durante la juventud. La mayoría de las personas que desarrolla la enfermedad de Crohn son diagnosticadas antes de los 30 años de edad.
Origen étnico: Aunque la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier grupo étnico, los blancos tienen el mayor riesgo, y esto incluye a las personas de ascendencia judía de Europa Oriental. Sin embargo, la incidencia de la enfermedad de Crohn está aumentando entre los negros que viven en Norteamérica y el Reino Unido.
Antecedentes familiares
Si algún familiar cercano, como un padre, hermano o hijo, padece esta enfermedad, tienes un mayor riesgo de contraerla. Hasta 1 de cada 5 personas con enfermedad de Crohn tiene un familiar con la misma enfermedad.
Tabaquismo: El tabaquismo es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad de Crohn. Fumar también conduce a una enfermedad más grave y a un mayor riesgo de someterse a una cirugía. Si fumas, es importante que dejes de hacerlo.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: Estos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naproxeno sódico (Aleve), diclofenaco sódico (Voltaren) y otros. Aunque estos no causan la enfermedad de Crohn, pueden provocar inflamación del intestino, lo que empeora la enfermedad.
Lugar de residencia: Si vives en una zona urbana o en un país industrializado, es más probable que desarrolles la enfermedad de Crohn. Esto sugiere que los factores ambientales, entre ellos una dieta alta en grasa o alimentos refinados, podrían jugar un papel en la enfermedad de Crohn.
Complicaciones
La enfermedad de Crohn puede dar lugar a una o más de las siguientes complicaciones:
Obstrucción intestinal: La enfermedad de Crohn afecta el espesor de la pared intestinal. Con el tiempo, algunas partes del intestino se pueden cicatrizar y estrechar, lo que puede obstruir el paso del contenido digestivo. Es posible que necesites una cirugía para extirpar la parte afectada del intestino.
Úlceras: La inflamación crónica puede provocar llagas abiertas (úlceras) en cualquier parte del tubo digestivo, incluso en la boca, el ano y la zona genital (perineo).
Fístulas: A veces, las úlceras se pueden extender por toda la pared intestinal y generar una fístula, es decir, una conexión anormal entre diferentes partes del cuerpo. Pueden aparecer fístulas entre el intestino y la piel o entre el intestino y otro órgano. Las fístulas más frecuentes se presentan cerca o alrededor de la zona anal (perianal).
Cuando las fístulas se forman en el abdomen, es posible que los alimentos no pasen por partes del intestino necesarias para su absorción. Pueden aparecer fístulas entre las asas intestinales, en el interior de la vejiga o la vagina, o en la piel, lo que puede provocar un drenaje continuo del contenido intestinal a la piel.
En algunos casos, las fístulas se pueden infectar y formar abscesos, que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan.
Fisura anal: Se trata de un desgarro pequeño en el tejido que recubre el ano o en la piel que lo rodea, en donde pueden ocurrir infecciones. Suele estar relacionado con movimientos intestinales dolorosos y puede dar lugar a una fístula perianal.
Desnutrición: La diarrea, el dolor abdominal y los cólicos pueden dificultar la alimentación o la capacidad del intestino de absorber suficientes nutrientes para mantenerte nutrido. También es frecuente presentar anemia debido a la deficiencia de hierro o vitamina B-12 que provoca la enfermedad.
Cáncer de colon: Cuando la enfermedad de Crohn afecta el colon, aumenta el riesgo de presentar cáncer de colon. Las pautas generales de análisis para la detección del cáncer de colon en personas sin enfermedad de Crohn recomiendan una colonoscopia cada 10 años a partir de los 50 años. Pregúntale al médico si tienes que realizarte este análisis antes o con mayor frecuencia.
Otros problemas de salud: La enfermedad de Crohn puede provocar problemas en otras partes del cuerpo. Algunos de estos problemas son la anemia, trastornos de la piel, osteoporosis, artritis y enfermedades hepáticas o de la vesícula.
Riesgos de los medicamentos: Algunos medicamentos para tratar la enfermedad de Crohn que bloquean las funciones del sistema inmunitario están relacionados con un pequeño riesgo de presentar ciertos tipos de cáncer, como linfoma y cáncer de piel. También aumentan el riesgo de infección.
Los corticoesteroides se pueden asociar con el riesgo de tener osteoporosis, fracturas óseas, cataratas, glaucoma, diabetes y presión arterial alta, entre otras afecciones. Trabaja con el médico para determinar los riesgos y beneficios de los medicamentos.
Tratamiento
El tratamiento consiste en medicamentos antiinflamatorios y una alimentación adecuada.
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