Diabetes Mellitus (+Infografía)

Diabetes Mellitus (+Infografía)

Descripción General 

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).

Clasificación:

  • La diabetes de tipo 1 (anteriormente denominada diabetes insulinodependiente o juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina.
  • La diabetes de tipo 2 (llamada anteriormente diabetes no insulinodependiente o del adulto) tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física.
  • La diabetes gestacional corresponde a una hiperglicemia (aumento del azúcar en sangre) que se detecta por primera vez durante el embarazo.   

Causas 

Para comprender la diabetes, primero debes entender cómo se procesa normalmente la glucosa en el cuerpo.

Cómo funciona la insulina

La insulina es una hormona que se forma en una glándula ubicada detrás y debajo del estómago (el páncreas).

  • El páncreas secreta insulina en el torrente sanguíneo.
  • La insulina circula, y así permite que el azúcar ingrese en las células.
  • La insulina disminuye la cantidad de azúcar que hay en el torrente sanguíneo.
  • A medida que tu nivel de azúcar en sangre baja, también lo hace la secreción de insulina del páncreas.

La función de la glucosa

La glucosa, un azúcar, es una fuente de energía para las células que forman los músculos y otros tejidos.

  • La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y tu hígado.
  • El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.
  • Tu hígado almacena y fabrica glucosa.
  • Cuando tus niveles de glucosa son bajos, por ejemplo, cuando no has comido durante cierto tiempo, el hígado descompone el glucógeno almacenado y lo convierte en glucosa para mantener tu nivel de glucosa dentro del rango normal.

Causas de la diabetes tipo 1

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Lo que sí se sabe es que tu sistema inmunitario, que normalmente combate las bacterias o los virus dañinos, ataca y destruye las células que producen insulina en el páncreas. Esto te deja con muy poca insulina, o sin insulina. En lugar de ser transportada a tus células, el azúcar se acumula en tu torrente sanguíneo.

Se cree que el tipo 1 es causado por una combinación de susceptibilidad genética y factores ambientales, aunque todavía no está claro cuáles son esos factores. No se cree que el peso sea un factor en la diabetes tipo 1.

Causas de la prediabetes y de la diabetes tipo 2

En la prediabetes que puede provocar diabetes tipo 2 y en la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, y el páncreas no puede producir la cantidad suficiente de insulina para superar tal resistencia. En lugar de pasar a tus células donde se necesita como fuente de energía, el azúcar se acumula en tu torrente sanguíneo.

No se sabe con certeza por qué sucede esto exactamente, aunque se cree que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel decisivo en el desarrollo de la diabetes tipo 2. El sobrepeso está estrechamente relacionado con el desarrollo de la diabetes tipo 2, pero no todas las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso.

Síntomas

Los síntomas de la diabetes pueden variar según la cantidad de azúcar en aumento. Algunas personas, en especial aquellas con prediabetes o diabetes tipo 2, pueden no experimentar síntomas al principio. En la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápidamente y ser más graves.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2:

  • Aumento de la sed. 
  • Ganas frecuentes de orinar. 
  • Hambre extrema.
  • Pérdida de peso inexplicable. 
  • Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la degradación muscular y de grasas que se produce cuando no hay insulina suficiente disponible).
  • Fatiga. 
  • Irritabilidad. 
  • Visión borrosa. 
  • Llagas de cicatrización lenta.
  • Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la vagina.

Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, generalmente lo hace durante la infancia o la adolescencia. La diabetes tipo 2, el tipo de diabetes más común, puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en personas de más de 40 años.

Diagnóstico 

Antecedentes personales y familiares de presencia de la enfermedad. 

Sintomatología propia de la enfermedad. 

Realizar exámenes de laboratorio para la confirmación. 

Se recomienda exámenes de detección de la diabetes para la mayoría de los adultos a partir de los 45 años. Exámenes de detección de la diabetes antes de los 45 años si tienes sobrepeso y tienes factores de riesgo adicionales para la prediabetes o la diabetes tipo 2.

 Análisis de sangre para la prediabetes

Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C)

Esta prueba muestra el nivel promedio de glucosa sanguínea de los últimos tres meses. La prueba mide el porcentaje de glucosa sanguínea unido a la proteína portadora de oxígeno en los glóbulos rojos llamada hemoglobina. Cuantos más altos sean tus niveles de glucosa sanguínea, mayor será la cantidad de hemoglobina con azúcar.

En general:

  • Un nivel de A1C por debajo del 5,7 % se considera normal. 
  • Un nivel de A1C entre el 5,7 % y el 6,4 % se considera prediabetes. 
  • Un nivel de A1C de 6,5 % o más alto en dos pruebas separadas indica diabetes tipo 2

Ciertas afecciones pueden hacer que la prueba de A1C sea inexacta, como si estás embarazada o tienes un tipo poco común de hemoglobina.

Análisis de azúcar en sangre en ayunas

Se toma una muestra de sangre después de un ayuno de al menos ocho horas o durante la noche.

En general:

  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas por debajo de 100 miligramos por decilitro (mg/dl) (5,6 milimoles por litro [mmol/l]) se considera normal.
  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas entre 100 y 125 mg/dl (5,6 a 7 mmol/l) se considera prediabetes. Este resultado se denomina a veces glucosa en ayunas alterada.
  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas de 126 mg/dl (7 mmol/l) o superior indica diabetes tipo 2.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la diabetes dependen del tipo de diabetes.

Factores de riesgo para la diabetes tipo 1

Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, los factores que pueden indicar un mayor riesgo incluyen los siguientes:

  • Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 1.
  • Factores ambientales: Circunstancias como la exposición a una enfermedad viral probablemente tienen alguna relación con la diabetes tipo 1.
  • La presencia de células del sistema inmunitario que causan daños (autoanticuerpos). Algunas veces, los familiares de personas con diabetes tipo 1 se someten a una prueba de detección de autoanticuerpos de la diabetes. Si tienes estos autoanticuerpos, tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo 1. Pero no todas las personas que tienen estos autoanticuerpos padecen diabetes.
  • Ubicación geográfica: Ciertos países, como  Finlandia y Suecia, presentan índices más altos de diabetes tipo 1.

Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2

Los investigadores no están completamente seguros de la razón por la que algunas personas manifiestan prediabetes y diabetes tipo 2 y otras no. Sin embargo, está claro que algunos factores aumentan el riesgo, incluidos los siguientes:

  • Peso. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes se vuelven tus células a la insulina.
  • Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo tendrás. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza toda la glucosa como fuente de energía y hace que las células sean más sensibles a la insulina.
  • Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 2.
  • Raza. Aunque no resulta claro por qué, las personas de ascendencias como la africana, hispana, indoamericana y asiática presentan un riesgo mayor.
  • La edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces. Esto se puede deber a que, a medida que envejeces, tiendes a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso. Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando entre los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.
  • Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes gestacional cuando estabas embarazada, tu riesgo de padecer prediabetes y diabetes tipo 2 con posterioridad aumenta. Si diste a luz a un bebé de más de 9 lb (4 kg), también corres el riesgo de tener diabetes tipo 2.
  • Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad común caracterizada por periodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo de diabetes.
  • Presión arterial alta. Tener presión arterial superior a 140/90 mm Hg (milímetros de mercurio) se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
  • Niveles de colesterol y triglicéridos anormales. Si tienes niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno", tu riesgo de diabetes tipo 2 es mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasa que transporta la sangre. Las personas con altos niveles de triglicéridos tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Tu médico puede informarte cuáles son tus niveles de colesterol y triglicéridos.

Las complicaciones de la diabetes a largo plazo se desarrollan de manera gradual. Cuanto más tiempo hace que tienes diabetes (y cuanto menos controlado esté tu nivel de azúcar en sangre), mayor riesgo de complicaciones existe. A la larga, las complicaciones de la diabetes pueden provocar una discapacidad o incluso ser mortales.

Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:

  • Enfermedad cardiovascular. La diabetes aumenta drásticamente el riesgo de sufrir diversos problemas cardiovasculares, como arteriopatía coronaria con dolor de pecho (angina), ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y estrechamiento de las arterias (aterosclerosis). Si tienes diabetes, eres más propenso a tener una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular.
  • Daño a los nervios (neuropatía). El exceso de azúcar puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos diminutos (capilares) que alimentan los nervios, especialmente en las piernas. Esto puede provocar hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor, que generalmente comienza en las puntas de los dedos de los pies o las manos y se extiende gradualmente hacia arriba.

    Si no recibes tratamiento, podrías perder toda la sensibilidad de los miembros afectados. El daño en los nervios en relación con la digestión puede causar problemas con náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. En el caso de los hombres, puede dar lugar a la disfunción eréctil.

  • Daño renal (nefropatía). Los riñones contienen millones de racimos de vasos sanguíneos diminutos (glomérulos) que filtran los residuos de la sangre. La diabetes puede dañar este delicado sistema de filtrado. El daño grave puede conducir a la insuficiencia renal o a la enfermedad renal terminal irreversible, que pueden requerir diálisis o un trasplante de riñón.
  • Daño ocular (retinopatía). La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), que puede conducir a la ceguera. La diabetes también aumenta el riesgo de otras afecciones graves de la visión, como cataratas y glaucoma.
  • Daños en los pies. Los daños en los nervios del pie o un flujo sanguíneo insuficiente en los pies aumenta el riesgo de diversas complicaciones en los pies. Si no se tratan, los cortes y las ampollas pueden dar lugar a graves infecciones, que suelen tener una cicatrización deficiente. Estas infecciones pueden, en última instancia, requerir la amputación del dedo del pie, del pie o de la pierna.
  • Enfermedades de la piel. La diabetes puede volverte más susceptible a tener problemas en la piel, como infecciones bacterianas y micóticas.
  • Deterioro auditivo. Los problemas de la audición son comunes en las personas diabéticas.
  • Enfermedad de Alzheimer. La diabetes tipo 2 puede aumentar el riesgo de tener demencia, como la enfermedad de Alzheimer. Cuanto más deficiente sea el control del nivel de azúcar en sangre, mayor será el riesgo. Aunque existen teorías de cómo pueden estar relacionados estos trastornos, ninguna de ellas se ha demostrado todavía.
  • Depresión. Los síntomas de depresión son comunes en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. La depresión puede afectar el manejo de la diabetes.

Tratamiento

Las elecciones de un estilo de vida saludable pueden ayudarte a que el nivel de glucosa sanguínea regrese a la normalidad, o al menos evitar que suba hacia los niveles que se observan en la diabetes tipo 2.

Para evitar que la prediabetes progrese a la diabetes tipo 2, intenta lo siguiente:

  • Comer alimentos saludables. Elige alimentos con bajo contenido de grasa y calorías y con alto contenido de fibra. Concéntrate en las frutas, los vegetales y los cereales integrales. Come una variedad de alimentos que te ayuden a alcanzar tus objetivos sin comprometer el sabor o la nutrición.
  • Ser más activo. Apunta por lo menos a 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica la mayoría de los días de la semana.
  • Bajar el exceso de peso. Si tienes sobrepeso, perder solo entre el 5 % y el 7 % de tu peso corporal alrededor de 6,4 kilogramos (14 libras) si pesas 91 kilogramos (200 libras) puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Para mantener tu peso en un rango saludable, concéntrate en cambios permanentes en tus hábitos de alimentación y de ejercicio.
  • Dejar de fumar. Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  • Tomar los medicamentos que sean necesarios. Si tienes un alto riesgo de diabetes, tu médico podría recomendarte metformina (Glumetza, otros). También se podrían recetar medicamentos para controlar el colesterol y la presión arterial alta.

Algunas veces, los medicamentos también son una opción. Los medicamentos para la diabetes de administración oral, como la metformina, pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2, pero las opciones de un estilo de vida saludable siguen siendo fundamentales. Controla tu nivel de azúcar en sangre al menos una vez al año para verificar que no presentes diabetes tipo 2.

De ser necesario la prescripción farmacológica debe consultar al médico, bajo ningún concepto debe automedicarse. 

Si estás considerando tomar suplementos alimenticios u otras terapias alternas para tratar o para prevenir la prediabetes, consulta con el médico. Algunos suplementos o terapias alternas pueden ser perjudiciales si se combinan con ciertos medicamentos recetados. El médico puede ayudarte a analizar las ventajas y desventajas de terapias alternas específicas.

  • Mejora tú estilo de vida.
  • No se automedique.
  • Consulta a su médico.

Una mejor calidad de vida es posible. Comienza ya !!!